Faltan historias sobre pacientes…
Juan Abarca Cidon
Estaba rumiando en la cama una noticia que he visto en algún medio del sector sanitario en la cual un chico venía a decir que no sentía vocación por la Medicina pero que iba a tratar de hacer su trabajo lo mejor posible o algo así.
En una profesión como la nuestra eso es un oximoron. Una contradicción. O bien no sabe lo que lo que implica tener vocación o es imposible que si no la tiene pueda ejercer bien su trabajo de médico.
En mi opinón, la vocación en las profesiones de servicio a los demás implica que te guste y sientas empatía por las personas a las cuales vas a dar ese servicio. La vocación es un sentimiento por la persona a la que te dedicas, en este caso los pacientes y enfermos. A veces también sus familias.
Si no tienes esa empatía y no te generan esos sentimientos - relacionados con la ternura, la caridad o la misericordia en determinados momentos - no tienes vocación y por tanto con el tiempo no puedes hacer bien tu trabajo.
Las profesiones de servicio a los demás implican necesariamente que te comprometas un poquito con tus clientes que en nuestro caso son nuestros pacientes. Implica que sufras un poquito si les va mal o tengas un sentimiento de alegría sincero si les va bien. Y en ese carrusel de sentimientos con unos y con otros es donde el profesional se lleva su gratificación y hace que el trabajo al que te dedicas te merezca la pena y te quieras implicar más.
Si no tienes esos sentimientos o los pierdes - lo cual es posible que ocurra por frustración o por el burnout - te conviertes en un autómata y te ocurre lo peor que te puede ocurrir que es la alienación del profesional. Te conviertes en algo fuera de lugar y de sentido. En un extraño frente al enfermo que difícilmente le puede ayudar.
No se… acaba la semana de nuevo y repasando la prensa de nuestro sector veo noticias sólo relacionadas con condiciones laborales, generación de normativa, política sanitaria, reclamaciones profesionales, marketing sanitario y echo en falta noticias sobre historias de pacientes buenas y menos buenas pero sin logos, ni nombres. Historias que nos recuerden diariamente a lo que nos dedicamos todos los que estamos en esto. Faltan periodistas que cuenten historias de pacientes, que nos acerquen al día a día de ellos pero no para reclamar o para denunciar, que es para lo que salen únicamente en prensa, si no para no olvidar porque estamos en este sector. Estoy seguro que con esas historias todos disfrutaríamos o sufriríamos un poquito.
Yo me “alimento” en HM Hospitales de los pacientes que en nuestros hospitales se tuercen o se salen de lo común o cuando me cuentan historias de pacientes que han salido adelante. Si puedo incluso me pongo la bata y me acerco a ver a unos u a otros y esto es lo que me hace estar más vivo y no dejar nunca de disfrutar con mi profesión aunque no la ejerza a pie de cama o en la consulta con los pacientes.
Para darle una pensada, no?
Juan Abarca Cidon
Presidente en HM Hospitales
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